jueves, 4 de octubre de 2007

UNA CUESTION DE PIEL


ESTA ES PARTE DE UNA NOTA QUE VA A SALIR EN LA REVISTA QUE SE VE EN LA IMAGEN ADJUNTA..!!!
La creciente moda de los pierciengs y tatuajes genera miedos y fervores. ¿Cúales son los riesgos de estas prácticas? ¿Por qué la gente se perfora el cuerpo? Polémica: autoagresión, decoración estética o identificación grupal.

Cada vez más adolescentes (y no tanto) se adornan el cuerpo con tatuajes y piercings. La costumbre, extendida en las diversas tribus urbanas, genera toda clase de sensaciones entre quienes permanecen ajenos a la movida. Los padres suelen desesperarse mientras ven cómo mutan sus retoños y las abuelas los miran como a seres de otro planeta.
“Mi primer tattoo me lo hice hace diez años en el brazo”, recuerda Santiago (28) mientras pasea por la Galería Bond Street de Buenos Aires . “Es un diseño precolombino que saqué de un libro de Eduardo Galeano –continúa–. En esa época era muy común ver tattoos entre los chicos de algunas bandas punk y
hardcore, y mis amigos también empezaban a tatuarse.” Silvana (32), a su lado, también rememora: “El primero me lo hice hace ocho años en la panza, es un tribal con forma de dragón. En ese momento tenía ganas de hacerme algo fuerte, me gustaba el hecho de transformar el cuerpo para siempre.”
Esa es la cuestión: perforarse o escribir la piel es una decisión para toda la vida. ¿Son riesgosas estas prácticas o el miedo proviene del prejuicio? ¿Qué función cumplen a nivel social, cultural y psíquico?
Desde hace muchísimo tiempo, los humanos cambian el aspecto de su cuerpo con todo tipo de adornos. Los nubios se tatuaban hace 6000 años y también lo hacían las sacerdotisas egipcias. Marco Polo, por su parte, describió los tatuajes que se hacían los habitantes del Laos y de Birmania como muestra de elegancia. “El sentido del tatuaje a lo largo de la historia y en las distintas culturas es diferente. Pero la modificación del cuerpo como forma de construir la propia identidad es una constante”, indica Ana María Dupey, investigadora del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL).
La perforación de la carne para decorarla con ornamentos también es una práctica de larga data en la mayoría de las culturas. Pero no se trata sólo de rituales practicados por tribus ajenas al estilo de vida de Occidente. En la época victoriana, por ejemplo, algunos periódicos destinados a las doncellas de la alta sociedad inglesa discutían la utilización de joyería para modificar el tamaño y la forma de los pezones.
Los motivos por los que hoy se usan piercings son variados, pero la mayoría acuerda en que se trata de una opción estética, de identificación con los pares, con aquellos con los que se comparten aficiones musicales, por ejemplo.
“Me los hice porque me gustan”, comenta Matías (16), en relación a los cuatro aros que tiene, dos en las orejas y dos en la boca. Comenzó a incursionar en el piercing hace un par de años, cuando se perforó una oreja. “No quieren que me haga esto –se refiere a sus padres–, dicen que es una agresión al cuerpo, que los piercings son carencias. Yo no creo que lo haga porque tenga alguna carencia. En todo caso, lo que me falta es un aro, por eso me hago el piercing”, aclara.
Maxi (26), integrante de la Asociación de Tatuadores y Afines de la República Argentina (ATARA), tiene diecinueve aros en su cuerpo, también, porque le gustan. ¿Es una forma de autoagresión? “No, es una manera más de decorar el cuerpo. Todo el mundo habla de lo doloroso que es depilarse y sin embargo es algo que se hace comúnmente, también por una cuestión estética”.
Por su parte, el psicoanalista Germán García considera que “los tatuajes y piercings son elementos de identificación, como la vestimenta o la jerga. En las grandes ciudades, la gente inventa cosas que le permite reconocerse –admite–. No tienen nada de violento. Violento es cuando le agujerean las orejas a las bebés, porque ahí ellas no eligen”.
Según el psicoanalista, el auge que tuvieron el tattoo y el piercing en la última década responde, entre otros factores, a los cambios cíclicos que mueven la moda. “El coito prematrimonial antes era algo marginal, después se volvió un hábito”.

ESTA NOTA FUE EXTRAIDA DE ESTA PAGINA....!!!

http://www.neo.uol.com.ar/edicion_0005/nota_01.htm#

EXITOS A TODOS....!!!

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